Nuestro cuerpo es una perfecta máquina, capaz de adaptarse a las más extremas situaciones, y por lo cual, estará capacitada para hacer el uso de la energía en función de las necesidades del momento y así como del tipo de actividad en cuestión.
En este sentido, podemos diferenciar dos tipos de energía:
Se trata de la energía almacenada y que actualmente no se encuentra en uso, pero está disponible y puede ser utilizada en algún momento. Mediante reacciones químicas, como son la ruptura de enlaces moleculares, se obtendrá se liberará gran cantidad de esa energía.
También llamada energía libre. Es el tipo de energía que se encuentra activa o en uso en todo momento realizando algún tipo de trabajo determinado. La síntesis es un tipo de proceso (trabajo) que es realizado a nivel celular, y en tal labor se generan nuevas moléculas.
"Cuando se trata de ejercicio y entrenamiento deportivo, es importante saber de cuál sistema de energía está recibiendo ATP para que sepas cómo entrenar de manera eficiente"
El ATP (adenosín-trifosfato) es la única forma utilizable de energía para la contracción muscular. La misma es una molécula conformada por una base nitrogenada (adenina), un monosacárido de cinco carbonos, la pentosa y tres fosfatos.
Debido a que la concentración
de ATP en el organismo humano es muy escasa (5x10-6mol.g-1), solo alcanza
aproximadamente para 0.5 segundos de contracción muscular intensa, debido
a ello se hace indispensable la existencia de diferentes sistemas energéticos
que se encarguen de realizar la restitución del ATP para prolongar la
actividad muscular.
Los tres sistemas energéticos existentes son:
Los tres sistemas energéticos funcionan como un contínuum energético. Se puede definir a éste como la capacidad que posee el organismo de mantener simultáneamente activos a los tres sistemas energéticos en todo momento, pero otorgándole una predominancia a uno de ellos sobre el resto de acuerdo a :
"El ADP puede volver de nuevo a convertise en ATP (fosforilación) y por consiguiente, reusarse, lo que se conoce como el ciclo ATP/ADP. Para llevar a cabo este proceso se requiere de energía"
El ATP está constantemente siendo reciclado por el cuerpo, de modo que se necesitará el soporte energético para que de lugar a esta reacción continua. Cuando realizamos una actividad física, en función de la intensidad, el cuerpo reclamará un cierto ritmo para evitar la demora en el suministro energético.
En tal caso, a mayor intensidad, dicha necesidad se hará mucho más notable, y si nuestra capacidad física es limitada, el rendimiento será el mayor perjudicado. Si existe la presencia del oxígeno en este proceso, estamos ante el metabolismo aeróbico, y sino hay oxígeno, el metabolismo anaeróbico.
El ciclo ATP-ADP tiene que ver con el almacenamiento y uso de energía en organismos vivos
El cuerpo necesita energía para realizar el trabajo, ya sea sentarse, caminar o realizar trabajos intensos
Esta energía viene en forma de ATP. La rapidez con que nuestro cuerpo puede hacer del uso de ATP estará determinado por los tres sistemas de energía cardiovasculares: para producir ATP, el cuerpo solventará esta demanda basándose en la urgencia del cuerpo y la cantidad que necesita.
Entre la serie de desafíos físicos que todo deportista de alto rendimiento debe enfrentar, el manejo de la energía es uno de los más importantes
Durante el transcurso de una actividad física, existe un período en que nuestro cuerpo pasa de un estado basal a un estado de activación, momento en que se ponen en marcha una serie de procesos fisiológicos – conocidos como sistemas energéticos – que resultan fundamentales para mantener la intensidad y hacer frente a la demanda impuesta.
Estos sistemas energéticos representan las vías metabólicas a través de las cuales el organismo obtiene energía para realizar un trabajo.
Como se ha visto, en todo esfuerzo físico interviene siempre la molécula fundamental en la producción de energía conocida como ATP (adenosintrifosfato). El ATP es generado a partir de la síntesis de los alimentos por tres sistemas de energía:
En este sistema, la obtención de energía se realiza capitalizando las reservas de ATP y de fosfocreatina (PCr) presentes en el músculo
Por esta razón, representa la fuente más rápida de obtención de energía y se utiliza en movimientos explosivos donde no hay tiempo para convertir otros combustibles en ATP.
El sistema anaeróbico aláctico tiene dos grandes ventajas:
Un claro ejemplo de un tipo de entrenamiento donde se recurre mayormente hacia este sustrato sería el HIIT. De hecho, una de las formas de mejorar nuestro rendimiento es mediante la suplementación con creatina, dado que gracias a ello, mantendremos elevados nuestros depósitos de ATP.
Los esfuerzos de máxima demanda y de breve duración utilizan este sistema
Este sistema representa la fuente energética principal en aquellos gestos deportivos de alta intensidad
Cuando las reservas de ATP y PCr se agotan, el músculo sintetiza ATP a partir de la glucosa en un proceso químico de degradación denominado glucólisis.
El sistema anaeróbico proporciona energía suficiente como para mantener una intensidad de ejercicio desde pocos segundos hasta 1 minuto.
Su mayor limitación es que, como resultado metabólico final, se forma lactato, una acidosis que limita la capacidad de realizar ejercicio produciendo fatiga muscular.
"Es por ello que el despliegue de este mecanismo es muy importante para los deportistas, ya que son capaces de adaptarse fisiológicamente y desarrollar tolerancia a este compuesto"
Para contrarrestar este efecto durante la actividad física, se puede recurrir a sustancias que actúan a modo de buffer «taponando» el lactato además de ayudar a mejorar la excreción de otros residuos metabólicos derivados del proceso anaeróbico.
Cuando disminuyen las reservas de glucógeno debemos hacer uso de nuestro sistema oxidativo, en el que el músculo utiliza como combustible químico el oxígeno, los hidratos de carbono y las grasas.
Este sistema representa la forma más lenta de obtener ATP, pero puede generar energía durante muchas horas por lo que interviene cuando una persona realiza esfuerzo físico durante un tiempo prolongado.
Estos tres tipos de fuentes energéticas se mantienen activas de forma simultánea en todo momento. Sin embargo, existirá cierta predominancia de una sobre otra dependiendo estrictamente del tipo de actividad que estemos realizando, su duración y la intensidad de la contracción muscular, entre otras cosas.
Así es como cada cuerpo precisará de un aporte particular de sustrato energético, dependiendo de la actividad en curso.
Los corredores de maratón saben que sus posibilidades de acabar los 42 km están relacionadas con un correcto entrenamiento y una espléndida planificación deportiva.
Te deseamos la mejor energía para tu vida...