La tendencia en los últimos años es ser más permisivos y generosos con las recomendaciones de proteína.
Vivimos en una sociedad sarcopénica y obesa. Para un gran sector de la
población incrementar la ingesta de proteínas mientras se disminuyen
carbohidratos o grasas es un buen cambio y consigue mejorarlos
factores de riesgo cardiovascular y metabólicos a corto y medio plazo.
¿Qué
estrategias contribuyen por ellas mismas a expandir esa esperanza de
vida y más importante aún, “esperanza de salud”, es decir, años de vida
saludables?