Por que subir un montaña?
¿Para qué se suben montañas? y ¿cómo es que hay gente que arriesgan sus vidas en un empeñó “inútil” e improductivo? al igual que muchas otras personas TCR se hacen esta misma preguntas y llegar a la reflexión.
Pero no se plantea en buscar o proporcionar respuestas concretas sino describir la alegría que se produce cuando se hacen realidad los deseos de algunos seres humanos.
Al final nos quedan las aficiones, los deseos y los empeños de conseguir aquello que más se desea y que nos hace feliz al haberlos alcanzado.
El reto siempre existe y este finaliza una vez alcanzado el objetivo, pero que no finaliza aquí ya que existen muchas montañas, muchos retos en la vida.
Retos que dan sentido a muchas de nuestras vidas paralizadas en parte por la rutina del tiempo y en poder salir de la crisis:
"Crisis de la sociedad, del mercado, en el fondo crisis del espíritu humano".
Subir montañas nos hace más libres dentro de nuestra soledad que compartimos dentro de un mismo grupo humano, lo convertimos en nuestro propio estilo de vida.
Esfuerzo que nos hace sentir bien. Somos muchos los apasionados de conseguir y llegar a aquello que nos proponemos.Subir montañas a modo de metáfora dentro del sentido que le damos a la vida.
Frente a las elecciones que tomamos en el quehacer diario, muchas veces forzadas, la razón de subir montañas también es algo que nosotros mismos libremente elegimos.
Quizás algunos lo tomen como una revelación frente a los cánones establecidos dentro de la sociedad en que vivimos y compartimos.
A modo de conclusión; a modo de metáfora de la vida e incluso de la misma muerte, ya que hablamos del miedo, el dolor y la emoción.
Fundamentalmente la idea que se puede obtener es de la alegría del ser humano, ya sea como meta u objetivo.
Momentos y situaciones que nos hacen felices por haber alcanzado lo deseado.
"Sabemos que lo que mejor se recuerda siempre es aquello que nos hizo más felices"
En el fondo que es la vida sino aquello que nos gusta realizar y compartir, aquello que elegimos, aquello que nos sube la adrenalina, aquello que nos hace un poquito mejores por las nuevas experiencias, aquello que nos hace que la vida sea más plena y no tan corta, aquello que nos hace, ya sea en soledad en la cima de cualquier montaña, que nos encontremos en algún momento con nosotros mismos y porque no, aquello que nos hace un poquito inmortales y si es acariciando el cielo mucho mejor.
by Fernando Peña.
Publicado en Filosofía y psicología el
05/10/2016 21:31 hs.
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