Desde luego, si quieres obtener verdaderamente resultados te recomendamos que acudas a un profesional que haga un planteamiento personalizado para tus necesidades.
Debemos conocer qué metemos en la boca realmente, así como sus propiedades y efectos negativos en el organismo, especialmente cuando estamos decididos a comer sano. Un nutricionista te dará un esquema básico de lo que debes o no comer, en este último renglón siempre aconsejan eliminar grasas saturadas, azúcares, pastelería, etc.
No obstante con elementos tales como las proteínas, el especialista se asegurará que no las dejes de lado por su valor en la construcción de los tejidos de nuestro cuerpo entre otras funciones
Por ello debes tener muy claro que no debe faltar a lo largo del día el aporte que necesita tu cuerpo de proteína. Este nutriente es el que le otorga energía a nuestro cuerpo, un elemento fundamental de las células, además de los músculos, huesos, piel, sangre y refuerzan el sistema inmune, permitiendo el óptimo funcionamiento de las células que trabajan en este sistema.
Verdades y mentiras sobre las proteínas
Existen muchas suposiciones con respecto a estos alimentos
Esto es falso
Aun cuando en dietas estrictas donde todo se pesa, recomiendan como mínimo 1 gramo de proteína por kilo de peso al día. Tomar más que esta cantidad podría beneficiar tu salud y sin duda si haces ejercicio los requerimientos van a ser mayores.
Esta es una de las ideas falsas más extendida en todo el mundo con respecto a este alimento
En las redes hay sitios que aseguran que al consumir proteínas, con el tiempo se logrará ganar masa muscular. La alimentación hiperproteica provoca infinidad de beneficios en tu organismo, pero no incrementa el tamaño de tus músculos, es necesaria para que estos puedan estar en buen estado, pero no es la que produce su crecimiento. El ejercicio, mantener una rutina fitness, entrenar duro y comer bien y buenos hidratos de carbono junto a las proteínas será lo que incrementara tu masa muscular.
Está comprobado que las proteínas logran saciar el apetito más que otro alimento
¿Por qué? Sencillo. Cuando consumimos cualquier tipo de proteína, esta se mantiene más tiempo en el estómago, provocando saciedad, efecto que no tienen ni los vegetales ni las frutas.
Existe la falsa creencia que consumir proteínas de origen animal es más beneficioso que las proteínas vegetales.
Lo mejor para tu salud es el equilibrio, no debe faltar la proteína animal, pero, esto no quiere decir que granos como lentejas o quinoa también pueden ser interesantes en algunas ocasiones. Una buena recomendación: alternar la procedencia de la proteína, lo ideal es combinar, huevos, legumbres, lácteos, carnes blancas, rojas, etc.
Las opiniones están divididas en este aspecto
Al recomendar esta opción algunos profesionales se basan en que por las mañanas el metabolismo está más rápido para absorber este nutriente.
Sin embargo hay otro grupo de especialistas que no comparten esta visión. Estiman que si entrenas por la tarde, el cuerpo te pedirá que repongas la proteína perdida y debes entonces consumirla tras los ejercicios con el objeto de recuperar los nutrientes.
Rotundamente falso
Hay quienes sostienen que la proteína animal provoca ciertos efectos en el organismo que lo obliga utilizar el calcio de los huesos. Este mito cae en el renglón de los falsos pues estudios científicos relacionan el consumo de la proteína precisamente con huesos fuertes y sanos.
Hay una diferencia entre las proteínas animal y vegetal, como hemos visto. Sin embargo, otras de las grandes dudas y que en muchas ocasiones también arrastran una "buena cuota de mitos" de las proteínas, son los Batidos de Proteínas:
Son una fuente de proteína en polvo proveniente de alimentos naturales que complementan cualquier dieta.
Aun cuando se recomienda la ingesta de proteínas en varias porciones, cuando se trata de batidos lo mejor es tomarlo en las mañanas.
Rotundamente falso, los batidos no producen ningún tipo de adicción y no contienen esteroides
Falso
Los suplementos proteicos están formados por aminoácidos que contribuyen al mantenimiento de los músculos entre otras funciones y no influyen en el incremento del peso.